Consiste en conseguir una especie de espuma que, cuando se enfría, se parece al carbón.
El primer paso es preparar una glasé en frío: azúcar lustre (para glasear) en un 80% y agua en un 20%, hasta obtener una masa homogénea a la que daremos color negro (con colorante alimenticio) para que obtener un aspecto tradicional.
A continuación, se prepara un jarabe también con agua y azúcar común, hasta que alcanza el punto de caramelo blando, lo cual sucede a 128 º C aproximadamente. Al conseguirlo, se retira del fuego y se añade el glasé elaborada anteriormente.
Se debe remover en círculos continuamente y veremos que el conjunto esponja sube en forma de espuma. Finalmente se deja enfriar y el carbón dulce está listo para comer.
viernes, 16 de enero de 2009
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